“El poder, correctamente entendido, es la capacidad de lograr un propósito. Es la fuerza requerida para lograr cambios sociales, políticos o económicos. En este sentido, el poder no solo es deseable sino necesario para implementar las demandas del amor y la justicia. Uno de los mayores problemas de la historia es que los conceptos de amor y poder suelen contrastarse como polos opuestos. El amor se identifica con una renuncia al poder y el poder con una negación del amor. Lo que se necesita es darse cuenta de que el poder sin amor es imprudente. y abusivo y que el amor sin poder es sentimental y anémico. El mejor poder es el amor que implementa las demandas de la justicia. El mejor de la justicia es el poder que corrige todo lo que se opone al amor".